UNPOCODEINFO: Música, Arte & Cultura: Reseña: Diorama - Even the Devil doesn´t care (por Deni Olmedo)

jueves, febrero 28, 2013

Reseña: Diorama - Even the Devil doesn´t care (por Deni Olmedo)

 
Tracklist:
01. Maison Du Tigre - 6:06
02. Hope - 5:05
03. The Scale - 5:34
04. My Favourite Song - 5:35
05. The Expatriate - 4:35
06. Summitt - 7:20
07. Weiss und Anthrazit - 5:26
08. When We Meet Again In Hell - 6:36
09. The Long Way Home From The Party - 5:14
10. Hellogoodbye - 6:01
11. My Justice For All - 5:31
12. Over - 5:30

Torben Wendt, Felix Marc y compañía (que en este álbum son Sash Fiddler y Marquess) han dado una nueva vuelta de tuerca con Even the Devil doesn’t care, el nuevo trabajo de estudio de Diorama. Y es que, en efecto, donde la electrónica predominaba de manera muy clara en el anterior Cubed, este Even the Devil doesn’t care rompe con ese dominio y le entrega el testigo a las guitarras. Contundentes. Que recuerdan mucho a Diary of Dreams. Pero a la vez manteniendo una distancia bien definida. Estos 3 años transcurridos desde Cubed —¿tres años ya?—, le han servido al señor Wendt para recoger influencias de aquí y allá (indiscutible, insisto, el aire a Diary of Dreams) y, sobre todo, a abrir la puerta a lo que sus compañeros de viaje querían expresar. Y ha dejado a Felix Marc dejar de ser ese “genio en la sombra” que todos sabíamos que era (indiscutible: Frozen Plasma, su proyecto en solitario, los propios Diorama…) y tener mayor protagonismo a la hora de producir. Y el resultado es bueno, muy bueno.

Doce temas. Doce. Que te agarran por la solapa desde el primer minuto. A los que han querido dar un cierto equilibro entre música y letra, sin excepciones. Desde el primer tema Maison Du Tigre en el que, tras un comienzo atmosférico, con breves líneas de sintetizador, límpias, alcanza un crescendo a base de unas guitarras potentonas. Poco más de 6 minutos de absoluto gozo. Piensas: «malo, a ver cómo sigue». Llega Hope un tema lento (de los más lentos del trabajo), en el que la letra es la absoluta protagonist, y las líneas de sintes y las guitarras están al absoluto servicio de la historia que nos cantan. Vuelves a pararte a pensar: «Mmmm… va a ser un trabajo en la onda de The Art of creating confusing Spirits. Lentito. Gustoso. De los que me va a gustar escuchar con tranquilidad, sin que me moleste nadie». Pero viene otra vuelta de tuerca con el tercer tema The Scale, cuyo video lanzaron a modo de presentación (una lástima que no lo lanzaran como single, propiamente dicho). The Scale es una bomba directa a las pistas de baile. Bases potentes. Dejando de lado los medios tiempos de los dos primeros temas. La electronica predominando. Las guitarras discrepando y sonando potentes. Coros de los que se te quedan y vas tarareando a la primera… y que recuerda sin remedio a ese temazo que los que adoramos a Diorama nos sabemos más que de memoria, Advance. Temazo que tiene que sonar en sus sets en directo sí o sí…

¿Tres temas y ya estoy rendido a sus pies? Miro de reojo el reproductor: me quedan nueve más. El temor a que lo del primer tema fuera un espejismo se ha diluido a estas alturas. Nueva vuelta de tuerca: My favourite song es una continuación natural de Hope. Batería, medios tiempos, guitarras marcando el camino, cortando más que marcando el camino. Otro tema al servcio de una letra excepcional. The Expatriate, tiene un sonido mucho más limpio que My favourite song, lo que sin duda es debido a que la electrónica vuelve a dar un paso adelante y las guitarras se mantienen en un discreto segundo plano. Un tema muy synthpop. En el que se nota mucho la mano de Felix Marc. Delicioso. De los que lo vuelves a poner un par de veces más antes de pasar de pista.

Summit es el séptimo tema del tracklist y el más largo, con diferencia (7:20). Es un tema que engaña. Los dos primeros minutos son suaves, casi etéreos. Wendt modula su voz bajando su registro. Y aún así sobresale sobre la electronica. Pero aparecen de nuevo las guitarras y el desasosiego. Ese desasosiego que transmite la voz de Torben cuando se suelta. Dos minutos de infierno en la tierra… para volver a lo etéreo. Y así, en ese constante sube y baja nos mantienen todo el tema. Para mí, con permiso de The Scale, la auténtica joya del album. Una joya muy distinta, eso es cierto. Weiss und anthrazit, When We meet Again in hell y The long way home from the party mantienen la tónica del album: temas atmosféricos, con alternancia de protagonismo de electronica y guitarras, pero siempre manteniéndose en unos más que discretos medios tiempos musicales… Deliciosos. Tranquilos. Gustosos… y llega Hellogoodbye. Y Torben se vuelve a soltar. Con los sintes y guitarras compartiendo protagonismo al mismo nivel (quizá por primera vez en el album) y con un solo de piano de los que te dejan con la boca abierta. Y que deja pensando que es la traca final del album. Y sí, esta vez sí que acierto, por primera vez en toda la escucha. My justice for all es atmosférico. Con el piano dictando el tempo musical, preparando el terreno para la despedida, que llega con Over, donde las guitarras, los sintetizadores, la bacteria… todo suena a punto y final, a un The End plácido, decadente y melancólico…

2013 va a ser (está siendo) un año más que estupendo, musicalmente hablando. Frozen Plasma, Depeche Mode, Covenant, Suicide Commando, Leaether Strip, Mesh, Blutengel, ¿Icon of Coil?, Faderhead, Kommor Komando, Combichrist, Skinny Puppy, Spetznaz, Spektralized, Neuroactive, Neuroticfish, Qntal, Helium Vola, How to destroy Angels, IAMX, etcetera… están por venir. Pero, con todo, Even the Devil doesn’t care es uno de los grandes de este año. No sé qué haces que todavía no te lo has comprado…

2 comentarios :

personaljesus dijo...

He escuchado un par de temas y promete. Gracias por la recomendación.

Tomahawk dijo...

Gracias a ti por comentar y pasarte por el blog!
Nos encanta que nuestras críticas y reseñas descubran nuevos grupos :)

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