UNPOCODEINFO: Música, Arte & Cultura: Reseña: Depeche Mode - Delta Machine (por Deni Olmedo)

jueves, abril 25, 2013

Reseña: Depeche Mode - Delta Machine (por Deni Olmedo)


Tracklist:
01 - Welcome To My World
02 - Angel
03 - Heaven
04 - Secret To The End
05 - My Little Universe
06 - Slow
07 - Broken
09 - Soft Touch / Raw Nerve
10 - Should Be Higher
11 – Alone
12 - Soothe My Soul
13 - Goodbye
Extra tracks (versión limitada):
14 - Long Time Lie
15 - Happens All The Time
16 – Always

17 - All That's Mine




Un nuevo trabajo de Depeche Mode siempre levanta pasiones. Encontradas. Los hay quienes piensan que Depeche Mode tenía que haber muerto después de Songs of faith and devotion, tras la salida (por aquellos entonces nada amigable, ahora ya las aguas están más calmadas) de Alan Wilder, harto de Dave Gahan (drogadicto), Martin Gore (también con problemas con drogas y alcohol, aunque a un nivel menor que Dave) y de Andy Fletcher (el Devotional tour vio escenas de absoluto desavenimiento entre Alan y Fletcher, en las que el primero reprochaba duramente al segundo que su aportación al grupo se redujera a estar en el escenario dándose unos paseítos por allí y por allá… cosa que provocó varios ataques de ansiedad a Andy). Pero los hay quienes dicen, totalmente al contrario, que la salida de Alan permitió al grupo abrirse a otros productores musicales y evolucionar el sonido.
Yo, particularmente, he ido dando bandazos desde el más absoluto de los desprecios a lo que publicaron (no podía dar crédito a lo que escuchaba en Exciter y Songs of the Universe me pareció una absoluta decepción), a momentos brillantes pero que me dejaban un paso por debajo del éxtasis musical (sobre todo en Ultra, y en menor grado en Playing the Angel). Y con el tiempo, que uno se hace mayor y tiende a ser menos radical y a relativizarlo todo, pues ni Exciter era tan malo ni Ultra tan bueno… 

Esto me ha dado pie a largas y sesudas charlas con amigos para los que Depeche Mode también era uno de los grupos que había marcado una vida musical. Y la conclusión que más se repetía es que el “problema” con el actual sonido de Depeche, es que no hay un sonido que le represente. Es decir, dejando de lado Speak & Spell que fue un producto de lanzamiento manufacturado con maestría por Daniel Miller, y A broken frame que fue un salto al vacío tras la espantada de Vince Clarke, Construction tima again, Some great reward, Black celebration, Music for the masses, Violator y Songs of faith and devotion tenían como denominador común el dominio de Alan Wilder de la producción y el sonido de la banda. Que además coincidió con la etapa de más éxito de los de Basildon. Y es que Wilder ha sido único entendiendo las letras de Martin y especialmente hábil musicalizándolas y creando un sonido que era fácilmente reconocible y asociable a Depeche Mode. Aunque sufrió muchos cambios (como no podía ser de otro modo) a lo largo de los años hasta llegar a ese magnífico Songs of faith and devotion que para mí es el culmen de su carrera (sí, por delante de Violator, que es otro álbum genial, pero para mí medio paso por detrás). SOFAD es un álbum exuberante. Una muestra de lo que debe ser el synthpop pasado por el tamiz del dark electro, el rock y el blues.

¿Por qué todo este rollo? Sencillo: Ultra lo produjo Tim Simenon, Exciter, por Mark Bell (de LFO). Y los últimos tres álbumes por Ben Hillier Ya no hay un sonido Depeche Mode. Ya no hay una coherencia si miras la evolución de su música. Ya sólo puedes esperar que al productor de turno se le encienda la bombilla, tenga un día inspirado y consiga captar un poco de la esencia de lo que ha sido Depeche Mode.

Y es que después de las críticas hacia Songs of the universe (el único de los álbumes en los que el tiempo no me ha hecho cambiar de opinión: es muy flojo) Hillier ha decidido escuchar los trabajos de Depeche que más éxito han tenido y copiar varias fórmulas, con la esperanza de manufacturar un producto medianamente decente. Así, en Delta Machine se pueden escuchar ecos de Violator, de Songs of faith and devotion, de Black celebration e incluso de Music for the masses (algo a lo que, sin duda, ha contribuido alguien que conoce de primera mano cómo sonaba hace 20 años Depeche Mode: el señor Flood, que aparece en los títulos de crédito como encargado de las mezclas finales).
Welcome to my world es un comienzo muchísimo más digno que ese infumable In chains que abría Songs of the universo y al que Alan Wilder hizo un roto aportando una versión memorable en el segundo recopilatorio de Remixes. Welcome to my world ya da pistas de lo que va a ser una constante en todo el álbum: unos sintetizadores minimalistas, cortantes, que van a dejar casi todo el protagonismo a la voz de Gahan o Gore, a los que han añadido unos estribillos épicos que hacen de este tema una canción que está por encima de la media del álbum. En general todo el álbum va a estar marcado por esta electrónica minimalista, y en ocasiones experimental, teñido de referentes industriales que pueden llevarte a Ultra en el segundo tema del tracklist (Angel) o al electro góspel de Heaven (primo hermano de Condemnation, con quien no se puede evitar comparar), al minimalismo en estado puro (que recuerda a los The Knife) en My little universo, y de ahí de nuevo al blues electrónico de Slow. Martin se reserva en esta ocasión un solo tema (The child inside). Muy lento incluso para lo que es costumbre en él. Recuerda inmediatamente a temas como Comatose o Breathe (sus temas de Exciter). Soft touch/raw nerve recuerda mucho a Fly on the windscreen, con guitarras añadidas. Soothe my Soul es, sin duda, el tema de este trabajo. Y lo es porque inmediatamente saca de tus neuronas referencias a Enjoy the silence, a Personal Jesus, a World in my eyes. Es un tema que te lleva a Violator entero… Una pequeña joya que es (va a ser) el elegido como segundo single.
Delta Machine, ni mucho menos, es el disco de tu vida. Ya te lo aviso. Pero sí que es un más que decente paso (el decimotercero ya) delante de los británicos. Una llegada a puerto. Un “aquí estamos y todavía tenemos cosas que decir”. Una manera de entretenernos, gira incluida, hasta que dentro de tres o cuatro años se vuelvan a oir rumores de que Depeche Mode se han vuelto a juntar para escribir nuevos temas y componer nuevas canciones. Para que suspiremos, deseando la vuelta de Alan. Porque esta es la condena de Depeche Mode como trío: que escuchemos un buen tema (Welcome to my world o Soothe my soul) y pensar automáticamente que con Alan Wilder sería una pasada de tema (insisto, escuchad la versión de In Chains que se marcó a modo de venganza). Y, me temo, que en esta ocasión es injusto. Delta Machine es un buen trabajo. 
Y Depeche Mode sigue siendo mucho Depeche Mode.
 

3 comentarios :

Tackleberry Drian dijo...

Pues todavía no me había sentado a oirlo tranquilamente, pero aprovechando el fin de semana de lluvia que nos espera, y después de haber leído la reseña de Deni, me pongo con ello PERO YA!! :)

De momento, Welcome to my world ha caído, y es una buena canción, a la que además, se le puede sacar MUCHA chicha en directo!

Tomahawk dijo...

Gracias por comentar señor! :D
Me alegra mucho saber que la reseña te va a animar a escuchar el disco, es una muy buena señal :D
Cuando lo escuches, en el facebook ya hay una opinión, a ver si coincides o no :D
Un abrazo!

Florian-Ralf dijo...

Una reseña interesante, como ya estamos acostumbrados con Olmedo. Gracias.

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