*¡Muy buenas! ¿A qué piso van?
-Hola, buenas. Vamos al último —contesta el primero que entra.
-Al 9ºB! —puntualiza el siguiente con sorna—. Vamos a visitar a Stevie Wonder.
*
¡Cuántos sois…!
-¡Je, je, je…! ¿Qué tal? —Acaba de entrar el último y pulsa uno de los botones— De momento somos tres.
*¿Qué sois? ¿Un grupo de música o algo? —El ascensor tiembla un poco y comienza a subir.
-Sí, somos un grupo de música… o algo así.
*¿Cómo os llamáis y quiénes sois?
-Somos Bardo Deluxe: Yo me llamo Hernán (Keké para los amigos) y toco la batería.
-Jesús, encantado. Aunque soy el más alto, lo mío es el bajo.
-Y yo me llamo Diego y toco la guitarra. Por ahora somos tres... Digo por ahora, porque estamos probando cantantes.
-Sí -puntualiza Jesús-, el que teníamos lo dejó por falta de tiempo y demasiado curro: “unos tanto y otros tan poco”.
-Mientras probamos -continúa Diego- seguimos componiendo sin parar.
*¡Ah, vale! ¡Encantado! ¿Y a qué estilo musical os dedicáis?
-“Rocanrol Cirrósico” -asegura Hernán solemne.
-Ja, ja, ja, ja -ríe Jesús dándole un par de palmadas en el hombro.
-Hacemos Rock, Hard Rock y “cosillas así”.
*Y ya sabiendo a qué estilo tiráis, ¿qué grupos son vuestra máxima influencia?
-Yo dejé las “casillas” pasados los veinte -afirma Jesús- y no le hago ascos a casi nada: empecé con Elvis Presley y los clásicos de Rock ‘n’ Roll cincuentero, pasando por bandas del panorama nacional de finales de los 80 (sí, casi tengo cuarenta tacos aunque no lo parezca)
-¡Dale viejo! -Bromea Diego con su acento argentino.
-Loquillo y Trogloditas, Los Rebeldes o La Frontera (mi época más Rockabilly) -continúa Jesús pasándose la mano por su afeitada cabeza y guiñando un ojo-, Nirvana, Foo Fighters, Rage Against the Machine, Red Hot Chili Peppers… Hasta coquetear con algo más “metalero” como Judas Priest, Black Sabbath, Sentenced o Avenged Sevenfold. Por supuesto no quiero dejarme en el tintero a los Zeppelin ni a los Purple, ni a los Doors, ni al mismísimo Camarón de la Isla, ni a…
-¡Vale…! -interrumpe Hernán entre risas- Me toca: yo he bebido de los Beatles, de los Cream y por supuesto de los Stones. Los Redondos forman parte de mi vida desde que era un chavón, como también lo ha sido y es el blues en general.
-No sé -expone Diego terminando de liarse un cigarro-, a mí las influencias me llegaron por mis hermanos: desde la música clásica, Bob Dylan, el tango… Después llegó el blues: Muddy Waters, Albert King, Robert Johnson. La adolescencia me trajo a AC DC, Deep Purple, Led Zeppelin, Stevie Ray Vaughan y luego llegaron los Guns & Roses, The Cult, Velvet Revolver… Mil cosas.
*Mmm… Suena interesante. ¿Dónde puedo escucharos?
-Puedes escucharnos en nuestro Facebook o en el Bandness. Encontrarás tanto cosas antiguas con voz como nuevas sin ella:
https://www.facebook.com/bardodeluxe
http://www.bandness.com/bardodeluxe/music/al-horno/
*¿Y qué os llevó a montar un grupo: la bebida gratis, las chicas/os, o el hecho de subiros a un escenario?
-Ninguna -contesta Hernán tajante y serio-: La música.
-¿La bebida gratis? ¡Ja, ja, ja, ja! -exclama Jesús-. En las últimas tres actuaciones que hemos tenido, no solo hemos tenido que pagar para subirnos al escenario, sino que el único avituallamiento que nos brindaron fue una botellita de agua por cabeza. Esto lo hacemos porque en algunas ocasiones, cuando estamos tocando (ya sea arriba o abajo), surge una conexión que (al menos a mí) me pone el vello de punta.
-Algunas un poco sí - afirma Diego levantando las manos y provocando la risa a todos-. Bromas aparte, je, je…, para mí es una forma de liberar tensiones. Hay gente que le pega a un saco de boxeo o a otra gente, hay gente que sale a correr o pinta cuadros. Otros se hacen polis… Es cierto que, para mí desde luego, es más fácil trabajar en grupo, con más gente, con sus propias influencias. Después, cuando terminamos el trabajo, mola lo de subirse al escenario y mostrárselo a la gente.
*¿Dónde os podré ver en los próximos días?
-Salvo que te vengas a algún ensayo -asegura Diego encogiéndose de hombros.
-¿Tú cómo llevas lo del “cante”? -pregunta Jesús al entrevistador con sarcasmo.
-¡Ja, ja, ja, ja…!
*Por cierto, se me olvidaba, ¿tenéis disco?
-No, de discos por ahora, nada - dice Diego -. Hemos grabado demos y algún ensayo.
-Hernán es un figura del “Pro Tools” - contesta Jesús.
-Estamos en la era digital - prosigue el batería - y no quiero alimentar parásitos.
*¿Tenéis pensado hacer uno?
-Pues a mí, la verdad, sí que me gustaría -asegura Diego cruzándose de brazos y mirando a Hernán-. Entiendo que el negocio de la música cambió y lo del disco palmó, pero así y todo, a mí me gustaría hacerlo. Me gusta el trabajo de estudio.
-A mí también -dice Jesús-. Sobre todo el ambientillo de compañerismo que se crea cuando se van haciendo las tomas y vas viendo cómo va quedando la “criatura”.
-Hum… -espeta Hernán chasqueando la lengua con el paladar-. Únicamente en vinilo.
*Y una cosa: ¿Internet os ayuda u os perjudica? ¿Por qué?
-Si hubiera contado con Internet cuando empecé con esto de la música, hace veintitantos años… ¡cuánto no habría aprendido y cuánto no nos habríamos movido en aquella época! La verdad es que es una suerte, ya no solo para la música si no para cualquier medio de expresión artística, contar con esta ventana al exterior gratuita y accesible.
-¡Dale viejo, je, je, je…! -bromea Hernán-. Es un medio de difusión masivo, al alcance de todos y sin limitaciones.
-¿Aunque estés en China? - discrepa Diego con ironía-. A bandas como a la nuestra, Internet las ayuda un poco. A las bandas que quieren ganar pasta con los discos, los jodió vivos…
*¡Vaya! Joer. —El ascensor hace una parada brusca y las puertas se abren—. Me toca bajar ya… ¡Con lo que me estaba gustando la conversación! Muchas gracias y mucha suerte en el futuro.
-Chao, buena suerte. —despide Hernán levantando el pulgar.
-O.K. Gracias —dice Diego—. Ya nos veremos por acá, y si no…, no pasa nada: Salud y Rock & Roll.
-Hasta luego—agrega Jesús asomando la cara por el hueco que queda aún por cerrarse— ¡Le hablaremos de ti al señor Wonder!